¡Rufiantes, puercos!
Yo contándoles historias a esos pequeños bastardos, y ellos burlándose de Jenny y sus preciosos ojos. Hoy no estoy de humor. Han herido a mi amiga, y no puedo soportar que se rían de ella ni de sus ojos bicolor. Tan singulares como los míos. ¿Seres del Averno? ¿Brujas aptas para la hoguera? ¡Les hubiera […]